domingo, 22 de mayo de 2016

Diario de Sueños #1

Soñé que una bruja de algún tipo me pedía un pago para alguna especie de ritual. Tenía que pagarle con un objeto de importancia para mí, evidentemente entre más grande su importancia más sería grande sería el beneficio que obtendría. Quería pagarle con una máscara de jade de algún tipo pero estaba rota (me parece evidente de donde saqué eso,  por un lado el diseño de la máscara en el sueño es igual a la de una noticia de bromas que vi de nuevo recientemente; por el otro lado la textura de la máscara era igual a una especie de lavábamos de imitación de mármol que está roto en un cuarto vacío en la Parroquía Goretti, hasta ahorita voy recordando que el lavábamos –honestamente pensé que era un lavábamos por mucho tiempo --era en realidad la pila de los bautizos anterior de la parroquia que se rompió cuando un padre cayó sobre él: todo completa una imagen tan directamente profana que es un poco ridículo (mis sueños suelen ser ecos de memorias relativamente recientes y en este caso sospechó que la estructura del sueño es una reacción a una ocasión hace pocas semanas que conocí a un muchacho que era wicca y que me emocioné preguntándole sobre su religión hasta incomodarlo y terminamos la conversación sin hablar de lo que yo quería hablar, sea lo que sea; he agarrado la mala costumbre de incomodar herejes últimamente). Al final decidía no regalar cosas rotas y pensaba mejor pagar con alguna de las cosas de mi Caja de Objetos Personales, que mantengo escondida justo detrás de la cabecera de mi cama desde que nos mudamos a casa de mis tíos. El sueño se deshizo en algún punto después de la decisión y yo me quedaba cuestionando qué cosa de la cosa pudiese ser realmente tan valiosa, si me ponía a ser sincero.